Julio pasó a la velocidad de la
luz. Luego de estas efímeras vacaciones, he vuelto a deambular aquí y por lo que
se puede observar, este blog esta más
lleno de ideas que de contenido. Por eso volví. Para traer las historias más
innecesarias que un estudiante puede leer! ¿Por qué innecesarias? Por la simple razón de que las historias aquí
contadas no tienen el afán de informar sobre el caos que el mundo, fuera de los
libros, nos ofrece. Sin embargo, la idea
capital de este espacio es contar las buenas y las malas que nos ofrece la
esfera educativa en la que estamos inmersos.
Las buenas, por un lado, son que
volvemos al último cuatrimestre del año y que falta menos para el verano! Para algunos
es el último cuatrimestre de la carrera… y eso, pese a la nostalgia que puede ocasionar
el fin de una etapa, es buenísimo. Para otros, simplemente es un cuatrimestre
más. Pero eso no es malo, sino todo lo contrario. Es la etapa del reencuentro
con esos compañeros medios zombis, a los que despediste en junio y que ahora
vuelven con caras mas humana, con los ánimos totalmente renovados, listos para afrontar la última etapa de este
2012.
Pero como la moneda tiene doble
cara, también existe una parte mala. Esta es la parte en la que se deben
sacar finales, en las que se deben
rendir los últimos parciales, es la
vuelta a la rutina. Adiós a los almuerzos familiares, adiós a los asados
domingueros, adiós a los ratos de ocio sin culpa, adiós a los “almuerzayunos”,
adiós a las salidas de entresemana sin culpa...adiós, hasta diciembre.
Volvemos a nuestros hogares
estudiantiles. Volvemos a convivir con gente que no es nuestra familia, que no
es nuestra pareja, que – a veces – ni siquiera es nuestro compañero de
facultad. Volvemos a vivir con un extraño que, al mismo tiempo, es todo lo anterior pero no es nada de eso.
Otra vez pagar los impuestos, otra vez poner el despertador, otra vez un escritorio
lleno de fotocopias, otra vez hacer las compras, otra vez hacer la comida, otra
vez comer a cualquier hora, otra vez estar apurados, otra vez leer libros
aburridos, otra vez dormir tres horas diarias, otra vez, otra vez, otra vez …
extrañar a mamá!
Para los que viajan es un poquito
peor. Otra vez viajar en colectivo o
trafic por las distintas ciudades de nuestro Alto Valle. Salir de casa tres
horas antes y llegar a casa tres horas después.
Otra vez, viajar con más de quince desconocidos. Otra vez enterarte de
los problemas de personas que no conoces y otra vez gente desconcentrándote
mientras intentas leer para un parcial. Otra vez viviendo sobre cuatro ruedas,
ver tu vida pasar entre colectivo- o trafic - facultad y utilizar la casa de tus padres sólo
para dormir. En fin, volver a ser pasajeros en “transito perpetuo”, diría un genio musical.
Y así, con menos ganas y más
paciencia, retornamos a la vida estudiantil. El segundo cuatrimestre, da miedo
pero nos esperan buenas alternativas: una semana del estudiante, un comienzo de
primavera, un octubre con feriados, noviembre siempre es complicado pero cuando
termina siempre hay un gran diciembre esperando. Con las promesas de nuevos
post más interesantes y mejores que el que acaban de leer, dejo de escribir en
este punto.
Comenten, critiquen, construyan,
disfruten de la libertad y tengan un buen cuatrimestre que falta poquito para
terminar. Buona vitta.
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